Diario

Iwaki and Katou by SlythaWhisper de DeviantArt

Poesía: De un Demonio a un Ángel


Autor: Yo, por si queda alguna duda.


Para: Alessandro (Marius)



En la penumbra de una alcoba corriente,
descansa un ángel con sus cabellos arremolinados en su frente.
La noche se prende con mayor intensidad,
a estas horas en las calles solo hay borrachos y mendicidad.


Después de momentos de locura y desenfreno,
esos tan hermosos que ambos hemos conocido,
siento en mi pecho aún el golpeo de tus latidos;
mientras en la tormenta laten los truenos.


Es tan frágil, tan dolorosamente bello,
que temo dañarle al rozar con mis dedos sus cabellos.
Un ser de rostro virginal y piel de porcelana,
es lo que este demonio cruel y destructivo afana.


Hace unos momentos se movía sensual y delicado,
podía notar su aliento esparcirse por la habitación,
Fue tan mío como mi propia piel aferrándole con mis manos;
sintiendo sus labios como cruel arma de seducción.


Hace tiempo que se me condenó al averno,
tanto que aún siento el dolo de mi desgracia.
Aunque sé que fue en la época de mi infancia,
por ser libre de pensamiento en las hojas de mi cuaderno.


Creí que aquel ángel que amaba, se vaporaría de mi vida
que la felicidad estaba en mi rostro prohibida
Mas un día mientras exponía una sonrisa fingida
encontré una de sus plumas en el aire mecida.


Desde entonces le hago mío en cada ocasión,
percibiendo como estalla en cada segundo mi corazón.
Soy tan dichoso cuando toco su vientre con mis garras,
o cuando recuerdo el día de nuestras arras.


Alzar sus piernas y entrar en él intentando menguar mis fuerzas;
notar como subyace en el fondo de su mirada la fiereza,
que tanto me hipnotiza y me llena,
hace que sienta alegría y no pena, por mi condena.


Un ángel y un demonio, dos parias en el mundo
sentados en el borde del Apocalipsis rezando juntos
el salmo más excitante mientras guiamos miradas sin rumbo
esbozando los gemidos, las palabras de amor y gestos cómplices mientras me fundo.


Me fundo en su cuerpo, entro en la endiablada cordura;
Deseo más, quiero más, me vuelvo un insatisfecho.
Quiero atarlo a las cuatro esquinas de mi lecho,
y orar frases lascivas mientras asciendo a las alturas.





Tan sólo queda decir, que le amo...no importa donde nos hallemos, o cuan lejos estemos...pues tengo grabado en mi mente sus ojos fundiéndose en los míos