
Me encuentro solo en este pútrido pasaje que es mi vida. Bajé del cielo y comencé a sufrir la ira de la humanidad. La soledad es tremendamente dolorosa y se hace tenue con el murmullo de mis pensamientos. Camino entre los altos edificios buscando una mirada que se cruce con la mía. La ciudad es distinta, tanto, a como se ve desde las alturas. El hormigón es frío, la contaminación se pega a la piel y a los pulmones, las personas son distantes y el sonido del tráfico es ensordecedor. Pensaba que vivía anclado al dolor, a la muerte, a la desesperación cotidiana cuando vivía sin cuerpo y tan solo siendo energía. Ahora sin alas, sin poder de decisión y siendo marioneta de un Dios ciego me encuentro encadenado a la desilusión. Pensé que era distinto ser humano, que los sentimientos serían más cercanos y no tan distintos. Siento odio, un odio que quema mi pecho, en vez de amor y paz. Quiero pelear con todo y con nada. Sin duda el ser humano es más complicado de lo que cuentan. Dicen compadecerse del resto, pero es mentira, dicen amar y en realidad no saben.
He visto mucho durante mi recorrido aquí, sobretodo falsos cristianos. Muchos se pegan golpes en el pecho, rezan paparruchas que no creen y al final se hacen la señal de la cruz. Otros no creen en el buen padre y mucho menos en el paraíso pero hacen más que los que se llaman enviados divinos. Siguen las pautas de Jesús sin saberlo, sonríen a los enfermos mientras les atienden y a los ancianos les hacen recordar la infancia entre lágrimas de felicidad. Aquellos que consiguen afrontar cada día como si fuera el último son los más libres, luchan sin cansancio por sus ideales y terminan con la mente limpia. Tienen sus leyes, confidencias y debilidades...pero si bien son más fuertes que los que siguen palabras en un libro carcomido.
Yo quizás vine aquí en busca de ellos...en busca de ser un ángel real y no uno de luz que apenas se compadece del resto...tan sólo de si mismo. He dejado de creer, de darme golpes en el pecho y ahora me encuentro en un punto de filosofía creativa muy distinta...quiero ayudar porque lo deseo y no por mandato, eso es lo único que he sacado como correcto en estos días de caos e ira.
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