Le Vampire
Entre las calles céntricas de la gran ciudad
Camina un ser de otra época con firme semblante
Contempla la luna en el silencio de la soledad
Con la mirada ansiosa de un amante
Sus ropas desfasadas y ajadas por el tiempo
Son sin duda parte de su propia piel
De su propia alma, de su propio templo
Por ello no se desnuda y a ellas es fiel
Su piel de claro de luna le delata
Sus ojos son dos océanos azules
Que contrasta con el bermellón y plata
De su chaqueta, camisa y tules.
El sonido opaco de sus pasos
Son la única música que resuena
Junto al murmullo salido de sus labios
Mientras la ciudad de ellos se adueña
Hermoso ángel de tiempos pasados
Delicado diablo que levita sobre los tejados
Amante de la sangre, hijo de las sombras
Añejo escritor de su propia obra
Ante él todos se inclinan, como a un Dios
Y luego los arrulla hasta su último adiós
Él pone precio a las almas con su mandíbula
Primo hermano de leyendas de Drácula
Harto de historias de amor amargas
Se enamoró de si mismo a la larga
Se convirtió en una espinosa rosa
Tan cruel que a sus amantes destroza
Pobre hombre venido del renacimiento
Jamás encontrará alivio a su padecimiento
Vivirá por siempre bello y seductor
Siendo de este teatro el mejor actor
Vampiro rebelde que el tiempo arruinó
Con las desgracias del declive habitual
Por ello al calvario se aferró
Y ronda por las calles como un ritual
Míralo, tan juvenil…quién diría que cumplió ya los doscientos años de vida…
Míralo, tan hermoso…quién diría que debería ser ya polvo…
Admíralo y deséalo más huye a prisa de su mirada de diablo…
Jamás sabrás que esta pensando, aunque así nunca sabrás la lujuria cuando esta “besando”…
Camina un ser de otra época con firme semblante
Contempla la luna en el silencio de la soledad
Con la mirada ansiosa de un amante
Sus ropas desfasadas y ajadas por el tiempo
Son sin duda parte de su propia piel
De su propia alma, de su propio templo
Por ello no se desnuda y a ellas es fiel
Su piel de claro de luna le delata
Sus ojos son dos océanos azules
Que contrasta con el bermellón y plata
De su chaqueta, camisa y tules.
El sonido opaco de sus pasos
Son la única música que resuena
Junto al murmullo salido de sus labios
Mientras la ciudad de ellos se adueña
Hermoso ángel de tiempos pasados
Delicado diablo que levita sobre los tejados
Amante de la sangre, hijo de las sombras
Añejo escritor de su propia obra
Ante él todos se inclinan, como a un Dios
Y luego los arrulla hasta su último adiós
Él pone precio a las almas con su mandíbula
Primo hermano de leyendas de Drácula
Harto de historias de amor amargas
Se enamoró de si mismo a la larga
Se convirtió en una espinosa rosa
Tan cruel que a sus amantes destroza
Pobre hombre venido del renacimiento
Jamás encontrará alivio a su padecimiento
Vivirá por siempre bello y seductor
Siendo de este teatro el mejor actor
Vampiro rebelde que el tiempo arruinó
Con las desgracias del declive habitual
Por ello al calvario se aferró
Y ronda por las calles como un ritual
Míralo, tan juvenil…quién diría que cumplió ya los doscientos años de vida…
Míralo, tan hermoso…quién diría que debería ser ya polvo…
Admíralo y deséalo más huye a prisa de su mirada de diablo…
Jamás sabrás que esta pensando, aunque así nunca sabrás la lujuria cuando esta “besando”…
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