
Imagen alchemist_by_ishbikita
Bienvenido al mundo y a tu peor pesadilla...
A veces me pregunto si realmente nos damos cuenta de que el mundo es en realidad el infierno. Los sentimientos convergentes que emergen en nuestras mentes, corazones, dominando nuestras almas. Quedamos heridos y atormentados por momentos agridulces. Hoy desperté en medio de una tormenta invernal, es curioso pues aún hay bochorno que se pega a mi piel. En la ciudad uno descubre a cazar segundos, a devorar instantes y seducir mentes. Siempre en cada lugar podemos encontrar una mirada distraída sobre nuestro semblante cansado. Hay algo en la urbe que nos une y nos aleja. Las amistades fluyen y aparecen de la nada. Cuando conocemos a una persona pensamos en que nos unirá a esta o que buenos momentos nos dará. Emprendemos un largo viaje, un sentimiento que crece y a veces nos amarga. Las buenas amistades y las malas compañías danzan a la vez agarrándonos de las extremidades.
He conocido bastantes personas, he tenido un largo recorrido y he crecido. Muchas veces conozco a las personas poco a poco, si bien es verdad que siempre hay algo que no entendemos o no podemos comprender o no vemos, pero me traen quebraderos de cabeza. La verdad es que el ser humano es un monstruo sin sentimientos y lleno de mentiras. No sé a veces quien es mi amigo y mi enemigo. He roto mil lazos y he creado otros más fuertes. Soy capitán de un navío y no puedo tener motines a bordo. Todos los que me dañan pasan por la tabla y caen al vacío del mar : "RON, RON, RON LA BOTELLA DE RON".
Saben que es darlo todo, expresar tus sentimientos, ser un vaso transparente. Sonrío constantemente aunque me humillen, me ultrajen y me destrocen. Sarcásticamente puedo decir que mis aires de Bogart son demasiado altaneros, chocan y desmoronan a muchos. Dicen por ahí que soy un cerdo, un tacaño, un ser sin sentimientos, un desastre humano y un desgraciado. Son las personas que no me conocen o me defraudaron y dejé en la isla perdida mientras retomaba el rumbo a la isla Tortuga. Como ven hoy estoy muy lobo de mar, pero deseo expresarlo de este modo. En la piratería hay varias reglas, reglas que no se pueden quebrantar. Mentir y engañar es lícito mientras que no sea a tus camaradas o que no deshonren a alguien que tu querías. Estúpido es aquel que ni sabe ni entiende y cree ser mejor que yo.
A veces soy como el padre bueno, el Dios benévolo que da una y otra oportunidad. Pero otras soy un vampiro que aniquila a su presa entre sus garras. Si soy amable, atento, sincero y aconsejo no entiendo porque algunos se empeñan en hacer que tenga que alejarme de ellos. La verdad soy un idiota. He regalado amor y consejos a tantos, a demasiados, para luego ser condenados. Ahora soy un hombre de hielo que sólo se deja quebrar un poco con la mirada de mi amante, con los susurros en el aire de pocos amigos y los abrazos escasos de mi madre. Tengo una tripulación de menos de diez personas. Todos hemos vivido momentos extraños, estenuantes y dañinos. Como ven soy alguien distinto a todo, a ti también y a ellos.
A veces me pregunto si realmente nos damos cuenta de que el mundo es en realidad el infierno. Los sentimientos convergentes que emergen en nuestras mentes, corazones, dominando nuestras almas. Quedamos heridos y atormentados por momentos agridulces. Hoy desperté en medio de una tormenta invernal, es curioso pues aún hay bochorno que se pega a mi piel. En la ciudad uno descubre a cazar segundos, a devorar instantes y seducir mentes. Siempre en cada lugar podemos encontrar una mirada distraída sobre nuestro semblante cansado. Hay algo en la urbe que nos une y nos aleja. Las amistades fluyen y aparecen de la nada. Cuando conocemos a una persona pensamos en que nos unirá a esta o que buenos momentos nos dará. Emprendemos un largo viaje, un sentimiento que crece y a veces nos amarga. Las buenas amistades y las malas compañías danzan a la vez agarrándonos de las extremidades.
He conocido bastantes personas, he tenido un largo recorrido y he crecido. Muchas veces conozco a las personas poco a poco, si bien es verdad que siempre hay algo que no entendemos o no podemos comprender o no vemos, pero me traen quebraderos de cabeza. La verdad es que el ser humano es un monstruo sin sentimientos y lleno de mentiras. No sé a veces quien es mi amigo y mi enemigo. He roto mil lazos y he creado otros más fuertes. Soy capitán de un navío y no puedo tener motines a bordo. Todos los que me dañan pasan por la tabla y caen al vacío del mar : "RON, RON, RON LA BOTELLA DE RON".
Saben que es darlo todo, expresar tus sentimientos, ser un vaso transparente. Sonrío constantemente aunque me humillen, me ultrajen y me destrocen. Sarcásticamente puedo decir que mis aires de Bogart son demasiado altaneros, chocan y desmoronan a muchos. Dicen por ahí que soy un cerdo, un tacaño, un ser sin sentimientos, un desastre humano y un desgraciado. Son las personas que no me conocen o me defraudaron y dejé en la isla perdida mientras retomaba el rumbo a la isla Tortuga. Como ven hoy estoy muy lobo de mar, pero deseo expresarlo de este modo. En la piratería hay varias reglas, reglas que no se pueden quebrantar. Mentir y engañar es lícito mientras que no sea a tus camaradas o que no deshonren a alguien que tu querías. Estúpido es aquel que ni sabe ni entiende y cree ser mejor que yo.
A veces soy como el padre bueno, el Dios benévolo que da una y otra oportunidad. Pero otras soy un vampiro que aniquila a su presa entre sus garras. Si soy amable, atento, sincero y aconsejo no entiendo porque algunos se empeñan en hacer que tenga que alejarme de ellos. La verdad soy un idiota. He regalado amor y consejos a tantos, a demasiados, para luego ser condenados. Ahora soy un hombre de hielo que sólo se deja quebrar un poco con la mirada de mi amante, con los susurros en el aire de pocos amigos y los abrazos escasos de mi madre. Tengo una tripulación de menos de diez personas. Todos hemos vivido momentos extraños, estenuantes y dañinos. Como ven soy alguien distinto a todo, a ti también y a ellos.
Somos todos distintos y a la vez iguales, abejas de la misma colmena y distinto panal. No debemos fulminar a la reina, que somos todos, por intentar creernos superiores, que a la vez somos iguales y extrañamente con sentimientos.
Han dicho que soy un bala perdida, quizás no sabía que salía de un revolver.
Un sin vergüenza, cuando esa persona ha sido el mayor rufián.
Un alcoholico, cuando nunca he bebido.
Un hombre sin sentimientos, soy un hombre entonces tengo sentimientos.
Miles de cosas más, lo gracioso es que son mis ex parejas o personas que no desee conocer...
Hay los remordimientos y las malas conciencias... que os harán cuando dormís...
bueno en fin, ya acabé con mi reflexión en mi Diario...
Hasta más ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario