Diario

Al despertar cada mañana me asalta la misma duda, una pregunta extraña que me atrapa y asfixia. Desear tus labios, soñar que te tengo y sentir tus caricias en la distancia son mi balsa de paz, pero no comprendo como puedes estar a mi lado sin rechistar y preocupándote por este pobre idiota. Me imagino que será cosas del amor, que no te has dado cuenta que soy un estúpido sin sentido y que pierdes el tiempo con este hombre de personalidad extraña. Somos idénticos y a la vez dos mundos distintos. A veces creo que puedo librar las batallas yo solo, que puedo con todo y no hay nada que me derrumbe; en realidad mi fortaleza esta en ti y en como me tratas haciéndome regresar a mi humanidad, esa que creí haber olvidado hace tanto tiempo. Desearía abrazarte y que anidaras entre mis alas de ángel caído. Sé que estoy maldito por mi ideología, mis simples pensamientos y el afán de seguir una guerra que emprendimos hace tanto contra las fobias. Sabes que soy activista, que tengo que mi vida rendida a un objetivo y que no ceso en mi empeño. Algunos creen tener la razón y tan sólo son patéticas copias de una decrépita iglesia que no tiene sentido. Pero tú estas ahí, no te importa que haya momentos que quede en silencio con la mirada perdida o simplemente converse sobre mis planes y no sobre los nuestros.

Creo que si te perdiera podría terminar inmolándome en la soledad como un vampiro al sol. Lamento ser tan inseguro y hacer que temas mi fragilidad en ciertos momentos, pero recuerda que estoy creado en piedra con un armazón de acero. Sigo luchando por ese futuro tan deseado, esa casa llena de críos y un amor que no cesa. Moriría en cualquier instante si tuviera conocimiento de tu partida de mi lado. Soy débil si no estas a mi lado, soy tan frágil que mis piernas flaquean y caigo al suelo. Me temo que este guerrero tiene tan sólo un talón de Aquiles y es mi amor por ti, un amor tan puro que jamás creí poder albergar. Estoy completamente desenfrenado y correteo por las calles de mi jungla interna, soy la sombra de todo lo que te rodea y a la vez una mota de polvo que danza por el aire… porque me vuelves loco y a la vez me das la cordura suficiente para seguir con mi aliento jaleando a mis ideales.

Te seré franco, si no existieras desde hace poco más de un año hubiera intentado de nuevo el suicidio. Cogí fuerzas, tomé las riendas de mi vida y luché por estar junto a ti en una hermandad imposible. Cuanto más tiempo pasaba más seguro estaba de que estaba perdidamente enamorado de ti, cuanto más tiempo pasaba más seguro estaba de que serías mío. Tus labios son tan carnosos y cálidos que esperaré lo que sea preciso para poder morderlos. El delicado perfume de tu cuello acariciado por tus cabellos, tu cuerpo delicado tirado en una cama desordenada y tu mirada de animal salvaje intensifican mis fuerzas de batallar por poseerte. Daré hasta mi última gota de sangre, mi alma inmortal y mis aspiraciones… por ser bueno para ti, estar a tu altura.