El reflejo de la transexualidad.
Me miro al espejo y ahí estas tú con tu mirada tan depresiva como la mía. Llevas años sin sonreír, tu piel clara resalta tus ojos azabaches mientras tus labios saborean nuevas lágrimas. Tu mente esta carcomida por la desesperación, el odio y la tristeza. Miras a mi rostro intentando buscar otra realidad. Tu torso es mi torso y lo odias tanto o más que yo. No tenemos salida y nuestra alma muere lentamente mientras pasan los segundos. Tiemblas compungido, te apoyas en el lavabo y miras como cae tu vida por el desagüe. Deseas cambiar tu vida desde el punto de partida, desde el minuto cero y hacer que la biología te de lo que te quitó. Te odias, te detestas y eso se lo impregnas a tus historias.
No sé quien es el espejo y quien el real, tenemos la misma identidad y mostramos sonrisas tras una falsa máscara de amabilidad. Nadie nos conoce realmente, vivimos unidos en una morfa horrible para nuestros ojos y corremos por las calles en busca de libertad. La verdad es nuestra dualidad, nuestra transexualidad, que nos mata lentamente. Somos unos suicidas sobre el papel, el don Juan que todos desean y realmente te estremeces entre el temor que no muestras. Libras una batalla con tus lobos, esos que desean aniquilar tus ilusiones, y al final crees que esta la victoria. Por ello luchas, por ello consigues derrotar uno tras otro hasta llegar al jefe de la manada.
Seguimos el duelo de miradas, nos secamos las lágrimas mientras nos preguntamos porqué a nosotros. Nos mordemos los labios y suspiramos, todo al unísono. Somos como gemelos, clones perfectos y llenos de defectos. Yo soy tú y tu eres yo, pero algún día seremos alguien que siempre desearemos ser. Somos hombres, valientes, y seguiremos en pie hasta conseguir lo que nos proponemos. Da igual cuanto nos cueste, si perdemos la vida en ello o si tardamos una década…da igual, porque nosotros nacimos hombres y no podemos seguir enclaustrados en esta realidad ambigua. Nos consolamos con que somos varoniles, con que nuestra mirada denota hombría y que nuestro físico es como el de cualquier otro joven…por ello podemos darnos por salvados pero no por satisfecho.
-Cambiaré nuestro perfil, tranquilo.-Mascullo refrescándome.
LO HARÉ, SERÉ YO Y NADIE ME VA A DECIR QUE NO
Llegaré a la victoria, derramaré mi sangre y me vengaré de la naturaleza…
V de Vendetta… eso es lo que buscas naturaleza y la tendrás.
No sé quien es el espejo y quien el real, tenemos la misma identidad y mostramos sonrisas tras una falsa máscara de amabilidad. Nadie nos conoce realmente, vivimos unidos en una morfa horrible para nuestros ojos y corremos por las calles en busca de libertad. La verdad es nuestra dualidad, nuestra transexualidad, que nos mata lentamente. Somos unos suicidas sobre el papel, el don Juan que todos desean y realmente te estremeces entre el temor que no muestras. Libras una batalla con tus lobos, esos que desean aniquilar tus ilusiones, y al final crees que esta la victoria. Por ello luchas, por ello consigues derrotar uno tras otro hasta llegar al jefe de la manada.
Seguimos el duelo de miradas, nos secamos las lágrimas mientras nos preguntamos porqué a nosotros. Nos mordemos los labios y suspiramos, todo al unísono. Somos como gemelos, clones perfectos y llenos de defectos. Yo soy tú y tu eres yo, pero algún día seremos alguien que siempre desearemos ser. Somos hombres, valientes, y seguiremos en pie hasta conseguir lo que nos proponemos. Da igual cuanto nos cueste, si perdemos la vida en ello o si tardamos una década…da igual, porque nosotros nacimos hombres y no podemos seguir enclaustrados en esta realidad ambigua. Nos consolamos con que somos varoniles, con que nuestra mirada denota hombría y que nuestro físico es como el de cualquier otro joven…por ello podemos darnos por salvados pero no por satisfecho.
-Cambiaré nuestro perfil, tranquilo.-Mascullo refrescándome.
LO HARÉ, SERÉ YO Y NADIE ME VA A DECIR QUE NO
Llegaré a la victoria, derramaré mi sangre y me vengaré de la naturaleza…
V de Vendetta… eso es lo que buscas naturaleza y la tendrás.
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