Gaia_auction__Orasteele_by_seisei de DEVIANART... adoro como visten pero según Caín llevan mucha ropa xD. Esta mujer (la que hizo el dibujo) me dan ganas de babearle todos sus trabajos...son geniales.
TÚ
Recuerdo nuestro primer encontronazo, un juego de palabras y miradas que apenas entendíamos. Sonreíste ante mis locuras y luego recogiste mi corazón para acunarlo en tu pecho. Me robaste todo como cual ladrón, me enamoraste y deseé tenerte seduciéndote en mi cama. Noté que eras igual que yo, que te escondías en un rincón de tu ordenador pero eras un ser que sufría la misma lacra…llamada transexualidad.
Hablamos, sonreías tras una pantalla y no podía tocar tus labios. Parecías confuso, lleno de dudas y yo te las fui apartando. Me seducías, cuando debía ser tú quien temblara con mis palabras. Eras un reto, el nuevo reto de este rufián, y esta vez quería poseer el premio. Me demostraste que eras un hombre transexual, como yo, que no le importaba el físico en una relación, eso me alivió, y que tenías tendencias bisexuales, mi corazón bombeó agitado ante lo que contabas. Por tu madurez te eché unos dieciocho años, después quedé atónito ante la verdad…apenas dieciséis. Casi me caigo del asiento y me pregunté si estaba bien amarte. Yo tenía veinte, apenas los iba a cumplir, era un chico atrevido y buscaba a un ser como tú desde hacía demasiado tiempo. Me sentí unido a ti, leal a tus deseos y compañero perfecto para una batalla.
Lamentablemente encontraste novia, decías que era perfecta y yo intenté seguir tus pasos…como un cobarde. No dije lo que sentía, me callé lo que deseaba y me odié durante meses. Entonces lo dejé con ella, no la amaba y tan sólo me dejaba ser usado por sus manipulaciones. Tú hiciste lo mismo, te liberaste, y viniste a mi encuentro. Juego de miradas de nuevo, balbuceo sobre las teclas, un latido nervioso y llegaste de nuevo a mi alma acariciándola. De hermanos pasamos a amantes. Deseaba tocarte, hacerte mío noche tras noche, pero no podía ser por la distancia y quedaban en palabras. Tus frases tocaban mi piel, secaban mis lágrimas impotentes de muñeco imperfecto y sonreía porque te tenía. Daba igual todo, igual la distancia y el que dirán. Luchábamos juntos, codo con codo, y te sentía cerca, tanto que podía sentir tu aliento sobre mi cuello.
Entonces vino el gran problema, tu mente se nubló y tuviste dudas. Sigues en las tinieblas, dentro de la espesa negrura, que te asfixia sin remedio. Necesitas un apoyo, una mano amiga que tire de ti, y yo soy ese alguien. Me encuentro junto a ti, seguro de mi mismo, y con una espada blandiéndose ante los enemigos imaginarios que nos atacan. Tan imaginarios pero tan reales como la impaciencia, la ceguera de la sociedad, las lágrimas, el dolor agudo del alma, el alarido de la intolerancia, las miradas injustas y el miedo al cambio. Sé que no eres débil, sino alguien fuerte que ejerce ante todos un aplastante encanto. Estaré aquí de forma invisible, con mis fuerzas, esperando a que mires hacia arriba y veas la luz.
Mi amor somos guerreros, luchamos por lo que soñamos y conseguimos grandes cosas. Somos hombres, no importa lo que rece en un estúpido papel que en estos mismos momentos quemo. Yo nací con un problema mayor, jamás me dijeron que sexo era el idóneo porque vivo entre ambos. Tomé la decisión de ser hombre porque me siento como tal en mi alma, en mi cabeza habita un soldado y en mis manos toscas hay un arma…aunque escriba palabras y no masacre enemigos con su hoja afilada. Me tienes aquí a tu lado, a unos palmos a cientos de kilómetros, dándote ánimos y esperando a que te des cuenta de quien eres en realidad. Sé que eres y tú también sin embargo el miedo se apodera de cualquier armadura y nos asfixia. Mi pequeño niño sonríe y búscate de mi mano, tómala y espera que la lluvia finalice…te encontrarás en el final del camino.
Te amo y estaré ahí pase lo que pase…porque sé quien eres…ahora tú debes averiguarlo. Y te recuerdo que tus problemas también los tengo yo, tan sólo hay que echarle valor.
Hablamos, sonreías tras una pantalla y no podía tocar tus labios. Parecías confuso, lleno de dudas y yo te las fui apartando. Me seducías, cuando debía ser tú quien temblara con mis palabras. Eras un reto, el nuevo reto de este rufián, y esta vez quería poseer el premio. Me demostraste que eras un hombre transexual, como yo, que no le importaba el físico en una relación, eso me alivió, y que tenías tendencias bisexuales, mi corazón bombeó agitado ante lo que contabas. Por tu madurez te eché unos dieciocho años, después quedé atónito ante la verdad…apenas dieciséis. Casi me caigo del asiento y me pregunté si estaba bien amarte. Yo tenía veinte, apenas los iba a cumplir, era un chico atrevido y buscaba a un ser como tú desde hacía demasiado tiempo. Me sentí unido a ti, leal a tus deseos y compañero perfecto para una batalla.
Lamentablemente encontraste novia, decías que era perfecta y yo intenté seguir tus pasos…como un cobarde. No dije lo que sentía, me callé lo que deseaba y me odié durante meses. Entonces lo dejé con ella, no la amaba y tan sólo me dejaba ser usado por sus manipulaciones. Tú hiciste lo mismo, te liberaste, y viniste a mi encuentro. Juego de miradas de nuevo, balbuceo sobre las teclas, un latido nervioso y llegaste de nuevo a mi alma acariciándola. De hermanos pasamos a amantes. Deseaba tocarte, hacerte mío noche tras noche, pero no podía ser por la distancia y quedaban en palabras. Tus frases tocaban mi piel, secaban mis lágrimas impotentes de muñeco imperfecto y sonreía porque te tenía. Daba igual todo, igual la distancia y el que dirán. Luchábamos juntos, codo con codo, y te sentía cerca, tanto que podía sentir tu aliento sobre mi cuello.
Entonces vino el gran problema, tu mente se nubló y tuviste dudas. Sigues en las tinieblas, dentro de la espesa negrura, que te asfixia sin remedio. Necesitas un apoyo, una mano amiga que tire de ti, y yo soy ese alguien. Me encuentro junto a ti, seguro de mi mismo, y con una espada blandiéndose ante los enemigos imaginarios que nos atacan. Tan imaginarios pero tan reales como la impaciencia, la ceguera de la sociedad, las lágrimas, el dolor agudo del alma, el alarido de la intolerancia, las miradas injustas y el miedo al cambio. Sé que no eres débil, sino alguien fuerte que ejerce ante todos un aplastante encanto. Estaré aquí de forma invisible, con mis fuerzas, esperando a que mires hacia arriba y veas la luz.
Mi amor somos guerreros, luchamos por lo que soñamos y conseguimos grandes cosas. Somos hombres, no importa lo que rece en un estúpido papel que en estos mismos momentos quemo. Yo nací con un problema mayor, jamás me dijeron que sexo era el idóneo porque vivo entre ambos. Tomé la decisión de ser hombre porque me siento como tal en mi alma, en mi cabeza habita un soldado y en mis manos toscas hay un arma…aunque escriba palabras y no masacre enemigos con su hoja afilada. Me tienes aquí a tu lado, a unos palmos a cientos de kilómetros, dándote ánimos y esperando a que te des cuenta de quien eres en realidad. Sé que eres y tú también sin embargo el miedo se apodera de cualquier armadura y nos asfixia. Mi pequeño niño sonríe y búscate de mi mano, tómala y espera que la lluvia finalice…te encontrarás en el final del camino.
Te amo y estaré ahí pase lo que pase…porque sé quien eres…ahora tú debes averiguarlo. Y te recuerdo que tus problemas también los tengo yo, tan sólo hay que echarle valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario