domingo, 16 de septiembre de 2007

Diario




[Juegan con nuestras vidas
Nos regalan fantasías
Y después nos aniquilan
Pensando que ha sido lo mejor
Aunque sea devastador
]


Tiempo al tiempo

Pero las horas no abrazan, el reloj sigue en marcha pero no mata a los segundos…sino que los aviva.

Las yemas de tus dedos recorriendo mi piel, cada milímetro de mi cuerpo, mientras su mirada se volvía fuego. Temblaba bajo tus dominios, tu boca aliviaba mi sed y tu aliento me volvía paranoico. Te deseaba, jamás he deseado así y me regalabas todo a mis caprichos. Lo que pedía tú me dabas y me acostumbraste mal, demasiado mal. Ahora que no te tengo quiero morir porque me siento vacío, tú me llenabas y tienes la culpa de este delito. Tus labios saboreaban mi cuerpo, vislumbrabas mi torso desnudo y me excitabas con tus besos sobre el. Eras delicadamente sexy, demasiado delicado y a la vez una fiera por domar. Te poesía un demonio, yo, con sus garras rasgando tu aterciopelada cobertura y luego me introducía como un maldito entre tu firme trasero. Gritabas, gemías, jadeabas y rezabas por que no cesara la noche.

Me encantaba verte sobre mi cama, esperándome, mientras me desanudaba la corbata y apartaba de mi cuerpo mi camisa de algodón. No entendía que quería un mocoso como tú de tan solo diecisiete años con un ejecutivo. Tenía treinta años, una vida aparentemente plena junto a una mujer encantadora, sin embargo te deseaba a ti y me iluminabas mi mundo de oscuridad. Adoraba como me aceptabas entre tu reino de sensualidad, como te abrazabas a mi cuello mientras te susurraba cuanto te quería. Mis movimientos eran lentos, pausados, aunque profundos dejándote sin aliento. Mi boca se aferraba a la tuya hasta dejarte apartado de la realidad, mis dientes desgarraban tus labios y temblabas.

Te veía enamorado, al igual que yo, y dejé a mi esposa por ti. Pensé que podríamos ser una pareja feliz, lejos de todo lo que suele llamarse habitual y cercano al paraíso. Pronto me di cuenta que tan sólo era un juego, un miserable juego de seducción y placer. Me abandonaste y me quedé a solas amargado por los recuerdos, llorando y destrozando todo a mi paso. Después caí en una depresión de la que aún me repongo. No he vuelto a sonreír, no he vuelto a desear y mucho menos a querer a alguien más en mi cama.

No hay comentarios:

{Iwaki and Katou} <3 [Tócame]

LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD

Di NO a la Homofobia, la peor enfermedad