
Yo soy dios…
Soy el dios de los desamparados
El dios de los desconsolados
El que arrulla al niño hambriento tras haberle alimentado
El pan y la miel que encuentra el inmigrante en las playas tras horas en el mar
Los sueños de jóvenes amantes del mismo sexo
El placer del pecado carnal, que no es pecado sino don
Soy el dios de los olvidados
El dios que os ama realmente
Soy aquel que hizo iguales a todos los hombreas, sin importarle su color, su raza, sus orígenes, su futuro, su sexualidad, su riqueza o el lugar desde donde me rezan
El amante fiel de la verdad
Aquel que produce la melodía de cada poema
Soy tu dios
El que es de carne y hueso
El que vino del vientre de una mujer
Quien llamó a su pueblo a alzarse contra los pecadores, aquellos que se creen superiores y solo son alimañazas.
Soy la sonrisa tras el llanto
La calma tras la guerra
La lluvia que refresca tu cuerpo
El sudor de tu esfuerzo
Soy tu dios, el dios divino que goza de tu felicidad
Aquel que acaricia tu corazón
Estoy en todas las cosas, en todos los seres, en todas las almas…soy parte esencial de la amargura y el sabor dulce de recuerdos en viejas fotografías.
Soy ese que deja que entren todos en su templo, no importa su dialecto y siempre escucho sus palabras.
Me encuentro en el agua con la que sacio al sediento, en las migajas de pan en unas manos de color en África y el vino de tu sangre.
Dios de los hombres y la naturaleza
Jamás dejaré de protegeros, de encauzaros, de hablaros, de escucharos, de comentaros el mejor camino y de mostraros que pasaría si tomáis el equivocado.
No traigo el SIDA, ni el Hambre, ni el cáncer, ni el tifus, ni los terremotos, ni los huracanes, ni los tsunamis, ni ningún dolor a tu corazón…pues yo traigo la felicidad.
¡Qué hermoso sería escuchar estas palabras!, ¡qué hermoso!
Pero jamás serán dadas
Porque ese dios esta muerto, jamás existió como tampoco al que rezas…
No existe dios, ni el diablo, ni ningún ser que manipule tu conciencia o subconsciencia.
Nada no hay nada…solo vacío y más vacío en un hueco relleno de soledad y negrura…
Deja de orar, de pedir cuentas al cielo…comienza tu camino. Mil pueblos han comenzado ya sus pasos, si luchamos todos podemos lograrlos…seremos nuestro propio dios y venceremos a los villanos. Pero si no unimos nuestras almas, nuestros corazones, jamás lograremos nada.
La unión hace al pueblo.
[Denle al Indio: Pan, Justicia Y libertad - Emiliano Zapata]
Soy el dios de los desamparados
El dios de los desconsolados
El que arrulla al niño hambriento tras haberle alimentado
El pan y la miel que encuentra el inmigrante en las playas tras horas en el mar
Los sueños de jóvenes amantes del mismo sexo
El placer del pecado carnal, que no es pecado sino don
Soy el dios de los olvidados
El dios que os ama realmente
Soy aquel que hizo iguales a todos los hombreas, sin importarle su color, su raza, sus orígenes, su futuro, su sexualidad, su riqueza o el lugar desde donde me rezan
El amante fiel de la verdad
Aquel que produce la melodía de cada poema
Soy tu dios
El que es de carne y hueso
El que vino del vientre de una mujer
Quien llamó a su pueblo a alzarse contra los pecadores, aquellos que se creen superiores y solo son alimañazas.
Soy la sonrisa tras el llanto
La calma tras la guerra
La lluvia que refresca tu cuerpo
El sudor de tu esfuerzo
Soy tu dios, el dios divino que goza de tu felicidad
Aquel que acaricia tu corazón
Estoy en todas las cosas, en todos los seres, en todas las almas…soy parte esencial de la amargura y el sabor dulce de recuerdos en viejas fotografías.
Soy ese que deja que entren todos en su templo, no importa su dialecto y siempre escucho sus palabras.
Me encuentro en el agua con la que sacio al sediento, en las migajas de pan en unas manos de color en África y el vino de tu sangre.
Dios de los hombres y la naturaleza
Jamás dejaré de protegeros, de encauzaros, de hablaros, de escucharos, de comentaros el mejor camino y de mostraros que pasaría si tomáis el equivocado.
No traigo el SIDA, ni el Hambre, ni el cáncer, ni el tifus, ni los terremotos, ni los huracanes, ni los tsunamis, ni ningún dolor a tu corazón…pues yo traigo la felicidad.
¡Qué hermoso sería escuchar estas palabras!, ¡qué hermoso!
Pero jamás serán dadas
Porque ese dios esta muerto, jamás existió como tampoco al que rezas…
No existe dios, ni el diablo, ni ningún ser que manipule tu conciencia o subconsciencia.
Nada no hay nada…solo vacío y más vacío en un hueco relleno de soledad y negrura…
Deja de orar, de pedir cuentas al cielo…comienza tu camino. Mil pueblos han comenzado ya sus pasos, si luchamos todos podemos lograrlos…seremos nuestro propio dios y venceremos a los villanos. Pero si no unimos nuestras almas, nuestros corazones, jamás lograremos nada.
La unión hace al pueblo.
[Denle al Indio: Pan, Justicia Y libertad - Emiliano Zapata]
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