Querido Marius:
Llevo noches recordando tu piel junto a la mía, tus ojos azules que me hacen temblar y tus labios que me sumergen en la locura más pasional. No ceso de clamar tu nombre en medio de la noche mientras mancho mis sábanas con la lujuria. Me estremezco nada más con recuerdos, imágenes vanas de nuestros encuentros y que tanto necesito. Tu amor me hace sentir que poseo alas mientras me embriago con el aroma de tu cuerpo. Tu figura de guerrero y tu mente de Apocalíptico filósofo me envenenas enclaustrándome en amor más brutal.
¿Cuándo volverás a pintarme? ¿Cuándo me susurraras al oído que soy la mejor creación de Dios? ¿Para cuando volveré a ser tu ángel caído? Mi amor necesito tus manos de pintor y escultor de sueños para caer en el frenesí de la fantasía. Haces magia en mí, me enciendes como jamás lo ha hecho nadie y sabes entenderme de una forma que me estremece. Soy carne trémula en tus brazos, lo sabes, por eso quiero que me ates a ellos y no me sueltes.
Quiero ser tuyo, completamente tuyo, y que nadie nos moleste aunque nos miren cientos mientras me haces el amor. Me da igual que me desnudaras en medio de una ciudad y me llevaras siendo tu esclavo, lo soportaría mientras me recompensaras con una palabra de amor. te necesito, necesito estar a tu lado jugando con mis dedos sobre tu piel, sobre tu torso desnudo, y suplicar a tus oídos que me hagas tuyo. Quiero ser la causa de tus gemidos, de que eyacules tu esencia liberando la lujuria que recorre tus venas. Sé que eres tan pasional como yo, que me necesitas y que estas siempre dispuesto a sumergirte en mí. Te estoy esperando desnudo, perlado en sudor sanguíneo y deseando que tú mi apuesto Príncipe de las Pinturas me hagas delirar. Necesito que te vengas en mis entrañas, que jadees por el esfuerzo y me derritas en un apasionado fuego. Sé que aparentas ser de hielo pero bajo tu rostro están los infiernos, ese carácter mediterráneo que tanto amo y tanto exijo.
Compadécete de mí, por favor, y ven a mi lecho para hacerme gritar tu nombre.
Eternamente joven y eternamente tuyo:
Tu Amadeo
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