Dedicada a mi Jorge, mi suegro, puesto que ama el musical de Drácula.
También a mi pareja, porque de tal palo tal astilla.
Príncipe de las sombras
Torturado por la sed y la desesperación
Rey de los infiernos de la sinrazón
Que tiene ataúd como alcoba
Bienvenidos a la tortura de la eternidad de mi alma inmortal que siente la sed más cruel, aquella que ni el mejor vino puede calmar. La sangre que corre por tus venas será para mí la única salida y también causa de mi pena. Soy el rey del engaño pues jamás dudaría de humanidad, de que mi corazón palpita aún y que no soy un monstruo asesino de débiles sueños juveniles. Os juro que no podéis sentir tanto daño como vivir eternamente y ver como el resto se convierte en polvo, tampoco soportaríais las cacerías nocturnas y dormir en un ataúd para ocultarse de los rayos del sol.
Príncipe de la amargura
Hijo de las tinieblas
Caminante perdido en la bruma
Animal fiero que el miedo en ti siembra
Cualquiera sacia mi sed, niño, anciano, tullido, hombre o mujer. No importa la raza o condición, tampoco la religión que profese, yo soy el dios de la sangre y he de beber para no morir. Es una condena tras otra, si no mato muero de dolor y es peor que la conciencia que me golpea cada instante. Soy el devorador de pecados, limpio tu cuerpo de todo el pasado y lo dejo yerto a mi paso.
¡Sálvame Dios o Satanás!
No importa quien me libere
Tan sólo quiero dejar este ritual
Donde siento que la muerte me concierne
Demasiado, tanto que no sé huir de ella
Y termino dejando en los gaznates mi huella
Soy el mito
Un mito que quiere morir
Soy tu peor pesadilla
Aquella que clamas en medio de la penumbra
yo no quiero la eternidad! tan sólo quiero que me amen y amar!
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