Diario

Mi inocencia... no es comparable a la de un niño...

La lluvia hoy ha bañado mi cuerpo, ha calado cada uno de mis huesos y he sentido paz inmensa mientras los ángeles sollozaban más allá de las nubes. El estruendo de los relámpagos y truenos decoraban la ciudad con lenguas eléctricas y sonidos sacados de una película de terror. Los coches parecían ir hacia la nada, sin rumbo, mientras los pájaros volaban lejos de los árboles espantados. El asfalto salpicaba y sonaba bajo las suelas de mis zapatillas gastadas. El sonido de una melodía taladraba mis sienes, la música que llevaba conmigo en el reproductor era insaciable, era una dulce sinfonía que carcomía mis sentidos. En las fachadas la propaganda electoral caía hacia el asfalto, las sonrisas falsas se convertían en papel mojado y mi mente latía bajo una llamada incesante. La sociedad entera se bañaba, limpiaba sus pecados y expiaba sus culpas. Las gárgolas parecían sobrevolar las altas nubes, amenazantes del Apocalipsis, sacadas del propio infierno. Mi corazón bobeaba a mil revoluciones por minuto, parecía que quería escaparse de entre mis labios mientras el barrio obrero seguía como siempre. Un lugar sin esperanzas, sin sueños y sin futuro. Los semáforos parpadeaban y la luz se perdió en todo aquel Reino del Caos y del Trueno. Los árboles se mecían como encantados, parecían serpientes de un faquir hindú.

Tropecé y me arrinconé en medio del parque. Mis ropas estaban empapadas y mi aliento entrecortado. Reí como un maniaco, la tristeza había anidado en mi corazón pero no importaba porque reía. Dios parecía bramar que volviera al rebaño, que iluso. Me alcé y caminé hacia un banco, allí deseaba meditar sobre las nuevas elecciones...Tantas mentiras, dimes y diretes, que terminó aquello parecido a un plató de prensa rosa. La verdad es que yo jamás votaré a un partido de derechas que intenta quitar las pocas libertades que hemos conseguido. Un grupo de ineptos que mintieron sobre el once de marzo o que robó en mi pueblo tantos millones que dejaron todo a números rojos. Mentiras y más mentiras. Luego esta el partido de izquierdas con aires de centro o el partido de centro con aires de izquierda. Aquellos que fueron derrotados por una coalición de los ruines que antes mencioné y los ladrones de Pedro Pacheco. Ese estúpido holgazán que no ha hecho más que estafar al pueblo, cambiar la calzada urbana y poner glorietas en zonas donde estaría mejor semáforos. Ha dejado un pueblo intransitable, una ciudad en banca rota y una alcaldía sin moral ninguna. Esta imputado en varios informes en contra de su administración y dice ser el mejor alcalde. La verdad es que votaré al PSOE, a nivel general es el único que tiene un punto de vista más limpio aunque sea un partido de centro con aires de izquierda o viceversa.

¡Demonios! No me había dado cuenta pero la lluvia había cesado, me levanté del banco y caminé hacia casa. La música seguía resonando en mi mente, tarareandose en mis labios y en mi corazón se bombeaba aquella melodía. Al llegar a casa tomé una ducha tíbia, me lavé la cabeza y dejé que mi cuerpo lo arropara una toalla de algodón. Luego corrí hacia la cama y tomé un libro, necesitaba leer. Eran tan sólo las once de la mañana y debía emprender mi huída hacia otra rutina distinta. Desayuné mascullando en mi mente que sucedería el Lunes, quién me gobernaría...era por primera vez un voto útil... mis primeras votaciones. Luego deambulé por la red, machaqué el teclado unas horas y acompañé a mi madre a la compra. En el trayecto de vuelta rememoré la tormenta de por la mañana, sonreí y grité en silencio... "La política es la opresión del pueblo". Las campañas son mentira y la mayoría no cumple nada. Pero en realidad algunas cosas si se han hecho en este pueblo bajo la alcaldía del PSOE...dos años tan sólo, si bien se notó en las arcas.

Lo lamento... pero...

Odio que me mientan en la publicidad y más si es sobre el destino de mi pueblo.

Seré joven pero tengo la inocencia de un anciano... Sé bien lo que pienso, sé bien mis actos... nada ni nadie me mentirá. Si las cosas se hacen bien se apremia, si las cosas son un desastre se fustiga al causante.

Pacheco...Valiente...¡VALIENTE HIJO DE PUTA!