
"Nada va hacer que pares
Y nada te va hacer quebrar
Todos saben que estás perdido
Durante la noche, cariño
Chicos perdidos"
Soy uno de tantos que se perdió en medio de una jungla sin sentido llama SOCIEDAD. Me aterra pensar en tantas almas enclaustradas con los grilletes de "trabajo, hipoteca y normalidad". Estamos perdidos, vivimos en mentiras construidas por políticos. Nos dejamos arrastrar como si fuéramos nada, pero cada gota cuenta en esta corriente marítima y si nadamos todos en su contra podemos ganar. Alzar los brazos, espetar libertad y quedar agotados frente a nuestra tumba es mejor que seguir bajo un cielo ceniciento de sueños rotos. Estamos intoxicados por el quisiera ser, por el quiero pero me resigno y por tantos eslóganes televisivos de prensa rosa. No disfrutamos de lo que tenemos, no apreciamos la esperanza y damos por perdido algo que quizás podría haber sido nuestro si nos hubiéramos empeñado. Yo estoy perdido en la marabunta aunque sigo luchando, sí, mientras me queden fuerzas y mis ideales no decaigan. Sé que morir y vivir por unos ideales te hacen dejar a un lado oportunidades esplendidas, pero tengo mi honor por encima de todo incluso de mi mismo aunque por encima de él esta mi amante.
Cuando me adentro por las calles del casco antiguo de esta ciudad fenicia, la más antigua de Europa, me siento en casa. La noche me guarda sorpresas gratas, la brisa del mar tan cercana deja en mis labios un sabor salino y el mundo parece empequeñecerse por momentos. Cádiz es mi refugio en el estío, sus noches y la luz del paseo me ciegan con su belleza. Correteo como un ladrón, a mi mente vienen antiguas imágenes de niñez jugueteando por la arena y siento que tengo alas. Suelo sentarme por la antigua muralla y pensar en mis aciagos recuerdos. Como he dicho voy en contra de todos ustedes. Me acerco a la capital en busca de un sueño que es cruzar el umbral entre la realidad moderna y los anhelos de cientos de Dioses griegos. Muchas veces me he descubierto erguido frente al mar buscando en sus aguas el templo de Hércules, hundido y acariciado por siempre por corales y la espuma del dios Neptuno. Desnudo en plena oscuridad me tiro a las aguas, juego con las olas y me convierto en un sireno en busca de arrecifes donde secar mis escamas. Es mi edén lejos de vuestras risas neuróticas, cláxones y mentiras escupidas como verdades en titulares de periódicos.
Y nada te va hacer quebrar
Todos saben que estás perdido
Durante la noche, cariño
Chicos perdidos"
Soy uno de tantos que se perdió en medio de una jungla sin sentido llama SOCIEDAD. Me aterra pensar en tantas almas enclaustradas con los grilletes de "trabajo, hipoteca y normalidad". Estamos perdidos, vivimos en mentiras construidas por políticos. Nos dejamos arrastrar como si fuéramos nada, pero cada gota cuenta en esta corriente marítima y si nadamos todos en su contra podemos ganar. Alzar los brazos, espetar libertad y quedar agotados frente a nuestra tumba es mejor que seguir bajo un cielo ceniciento de sueños rotos. Estamos intoxicados por el quisiera ser, por el quiero pero me resigno y por tantos eslóganes televisivos de prensa rosa. No disfrutamos de lo que tenemos, no apreciamos la esperanza y damos por perdido algo que quizás podría haber sido nuestro si nos hubiéramos empeñado. Yo estoy perdido en la marabunta aunque sigo luchando, sí, mientras me queden fuerzas y mis ideales no decaigan. Sé que morir y vivir por unos ideales te hacen dejar a un lado oportunidades esplendidas, pero tengo mi honor por encima de todo incluso de mi mismo aunque por encima de él esta mi amante.
Cuando me adentro por las calles del casco antiguo de esta ciudad fenicia, la más antigua de Europa, me siento en casa. La noche me guarda sorpresas gratas, la brisa del mar tan cercana deja en mis labios un sabor salino y el mundo parece empequeñecerse por momentos. Cádiz es mi refugio en el estío, sus noches y la luz del paseo me ciegan con su belleza. Correteo como un ladrón, a mi mente vienen antiguas imágenes de niñez jugueteando por la arena y siento que tengo alas. Suelo sentarme por la antigua muralla y pensar en mis aciagos recuerdos. Como he dicho voy en contra de todos ustedes. Me acerco a la capital en busca de un sueño que es cruzar el umbral entre la realidad moderna y los anhelos de cientos de Dioses griegos. Muchas veces me he descubierto erguido frente al mar buscando en sus aguas el templo de Hércules, hundido y acariciado por siempre por corales y la espuma del dios Neptuno. Desnudo en plena oscuridad me tiro a las aguas, juego con las olas y me convierto en un sireno en busca de arrecifes donde secar mis escamas. Es mi edén lejos de vuestras risas neuróticas, cláxones y mentiras escupidas como verdades en titulares de periódicos.
Sé que me miráis, que creéis que soy un egocéntrico y me creo superior a ustedes. En realidad no es que lo creáis, es que es cierto por el motivo de que yo no me detengo a juzgaros y vosotros a mi sí. Cuando expreso lo que siento con tanta fuerza, cuando me crezco ante la adversidad y lucho, cuando soy yo en todo mi explendor... véis a un coloso y comenzáis a criticar mi persona. Me alimento de vuestras mentiras, de todo el odio que acumuláis y rechazo vuestras ofensas pues no me creo merecedor de ellas. Soy un chico perdido en su mundo, en el mundo que una vez creó con letras y que estoy cansado de rememorarlo en mis labios. He creado Troya a parir de sus cenizas, me he convertido en el ave fenix y he invitado a cientos a mi reino convirtiéndome en el gobernante de mi Babilonia. Lucho por mi mismo, no tengo que tener una misión elegida por un Dios que no existe y si lo hace no siente lástima a ver niños morir de hambre o SIDA. También libro batallas por mi amante, porque se respete mi sexualidad y sentimientos encontrados en su mirada mientras saboreo su dulce piel.
Veréis vosotros os dedicáis a entrar en mi templo, susurrar con la voz del diablo que soy un caído a las llamas del infierno y poner la nota ruin en la canción de este trobador extraño. Decís que odiáis como escribo, mas seguís leyendo mis líneas y luego noto vuestras obaciones. Hoy he tenido noticias vuestras, meras acusaciones de que yo realmente no soy quien digo. ¿Créeis que soy tan malicioso como vosotros? Dicen los viejos a este suceso: Cree el ladrón que todos son de su condición. A mi realmente me da igual que digáis, si os dirigís a mí...como si os estampáis contra el muro de las lamentaciones. Hoy a altas horas de la madrugada caminaba por los alrededores de mi guarida, escuché risas y murmullos en contra de mi sexualidad...me hizo gracia y me presenté ante ellos, sonreí un instante y como caballero di las buenas noches junto a este mensaje:
"Decís que soy patético, pero más patéticos sois vosotros que tenéis que hablar de lo ajeno para tener algo en vuestras vidas"
No es su culpa, es la culpa de la televisión y la bazofia que nos regalan como correcto. Nos dicen que lo correcto es hablar mal de los iguales aunque nos gusten sus proyectos, piden que escupamos ante los logros y que nos revolquemos en la basura del vecino. Si eres homosexual aunque sea normal y no algo nuevo, te destrozaran e intentaran hundirte...pero en realidad no te hacen nada, meros rasguños y te ríes en sus rostros mientras intentan fragelarte. Es increible que si eres un buen escritor crean que por cuatro palabras puedan destruirte.
Felicidades no me hacéis daño, no acepto lo que digáis y seguiré mi camino...mi recorrido por las calles de mi cuidad milenaria.
Desde Cádiz al borde de la espuma de un océano encantador donde miles perdieron la vida por sus ideales...por sus ideas...por sus alocados planes...mientras sueño en mi futuro lleno de felicidad al arrullo del aliento de mi esposo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario