Imagen de Deviantart de Lesta ...genial fotografa como se ve, y geniales sus modelos
Los folios derramados por la mesa, la tinta manchando parte de frases jamás concluidas y su mirada fundida en el pomo de la puerta. Se mece, una y otra vez, como si hubiera visto al demonio sentado a su lado. Parece que ha perdido la razón por completo y que jamás volverá a ser quien fue. Los pasos resuenan por el pasillo, alguien viene y él esta perdido en su mundo interno. No importa cuanto le hables, le arrulles o consueles…porque él no está y solo ha quedado su cuerpo con su palpitante corazón llenando sus arterias de sangre.
En una de las hojas hay caligrafía legible, aunque no demasiado bien…en ella se puede leer…
“He visto a la muerte, me ha contado el designio del mundo y conversado durante horas. He percibido el dolor de un niño hambriento en sus últimos segundos de vida, el de un suicida sobre el balcón en el que se mece y el de infinitas personas en accidente de tráfico. He visto tanto y a la vez nada. Me he sentido vacío al dilema de qué hay tras la máscara, pura oscuridad, y detrás de un dolor agudo junto a la descomposición de tus órganos lentamente no ves ninguna luz. No hay un Dios esperándote, tampoco un amigo o conocido, vagas sin cesar y sin recordar quién eras en realidad. Eres algo que jamás reconocerías como tú y al final acabas desapareciendo…quedándote como pura energía para volver a sentir los dolores del parto. Él, porque no es ella, se ríe y danza mientras todo sucede y luego se engalana de blanco para darte la bienvenida. Es la muerte y la vida, ambos son una dualidad que en realidad no existe como tal. Es extraño, tengo miedo, miedo a morir y no recordar quien soy. También sé que al término de esta carta olvidaré todo, quedaré sumergido en mi mismo y lloraré lágrimas de sangre mientras viene a visitarme mi asesino. Lo he visto, he notado el filo de la navaja y la punzada aguda taladrando todas mis fibras nerviosas. Necesito la fuerza necesaria, pero creo que estoy perdiendo la razón. Me muevo como un esquizofrénico y…”
Sangre y más sangre…las sábanas empapadas en una marea roja, su cuerpo manchado y su mirada tan perdida y pétrea que parece de un muñeco…
Ha muerto, su asesino vino a buscarlo y la muerte ahora danza a su alrededor jactándose de que primero lo torturó…para luego enviarle a su destino.
En una de las hojas hay caligrafía legible, aunque no demasiado bien…en ella se puede leer…
“He visto a la muerte, me ha contado el designio del mundo y conversado durante horas. He percibido el dolor de un niño hambriento en sus últimos segundos de vida, el de un suicida sobre el balcón en el que se mece y el de infinitas personas en accidente de tráfico. He visto tanto y a la vez nada. Me he sentido vacío al dilema de qué hay tras la máscara, pura oscuridad, y detrás de un dolor agudo junto a la descomposición de tus órganos lentamente no ves ninguna luz. No hay un Dios esperándote, tampoco un amigo o conocido, vagas sin cesar y sin recordar quién eras en realidad. Eres algo que jamás reconocerías como tú y al final acabas desapareciendo…quedándote como pura energía para volver a sentir los dolores del parto. Él, porque no es ella, se ríe y danza mientras todo sucede y luego se engalana de blanco para darte la bienvenida. Es la muerte y la vida, ambos son una dualidad que en realidad no existe como tal. Es extraño, tengo miedo, miedo a morir y no recordar quien soy. También sé que al término de esta carta olvidaré todo, quedaré sumergido en mi mismo y lloraré lágrimas de sangre mientras viene a visitarme mi asesino. Lo he visto, he notado el filo de la navaja y la punzada aguda taladrando todas mis fibras nerviosas. Necesito la fuerza necesaria, pero creo que estoy perdiendo la razón. Me muevo como un esquizofrénico y…”
Sangre y más sangre…las sábanas empapadas en una marea roja, su cuerpo manchado y su mirada tan perdida y pétrea que parece de un muñeco…
Ha muerto, su asesino vino a buscarlo y la muerte ahora danza a su alrededor jactándose de que primero lo torturó…para luego enviarle a su destino.
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