Siempre quise tener las agallas de competir con mis deseos, sin embargo jamás he dudado en enfrentarme al destino. Mi gran objetivo es quedar relajado sin idear nada nuevo, nada que pueda ser usado para dañar a otros y a mi mismo. No paro, mejor dicho no para mi mente, en buscar nuevos horizontes y marcharme lejos anhelando quijotescos sueños. Dicen que soy un estúpido arrogante, con fama de duro y de débil a la vez. Soy alguien observador que escribe para desahogarse, no suele decir lo que le sucede…aunque sí a los folios.
Este hombre de mirada melancólica que sonríe con gestos complejos, este ser que se presenta con ambigüedad absoluta y que esta lleno de terquedad, ama tan sólo una cosa y se llama libertad. Quiero ser libre y a la vez soy preso, porque necesito los sentimientos y ellos son mis cadenas. Actualmente estoy sometido a una fuerte atadura que corroe mis venas legendarias. Amar duele y a veces es la muerte de las almas. Mis alas están desquebrajadas y han dejado en mi espalda yagas incurables, mi pecho esta torturado por latigazos y mis piernas se tambalean. Quiero morir, creo en esta consigna de dar todo por un latido nuevo. Sé que voy a perder sin embargo quiero orar por la victoria, quiero creer que puede ser posible.
Mi espada esta frente a un nuevo lobo, la jauría ya ha caído y la nieve sigue desparramándose sobre el valle. Mi aliento esta sucumbiéndose y no habrá nueva primavera. Hace años que no lucho así, como ahora, que no tomo las armas y me muestro ante todos como un animal rabioso. Mi mente esta alejada del razonamiento y sigo jadeando, sigue mi corazón bombeando sangre caliente a mis venas. Soy un dios, un dios humano que terminará cayendo y a la vez un vampiro milenario. Renaceré siempre de mis cenizas, volveré siempre que una premisa sea considerada válida ante mis ideales. Vendré en mil cuerpos distintos, con dialectos contrapuestos y mirada de hiena insomne. El ángel de la piedad, el hijo de la reina de los cielos, Lestat el artista de la mentira. Soy genio y figura de un elocuente mago de la palabra, sin embargo ante ti balbuceo. Tú mi último lobo, tú mi amor imposible, y aunque parezca imposible deseo que me derrotes. No quiero matar lo que siento, quiero desaparecer antes de tenerte que destrozar. Desearía alejarme de ti, dejarte vivir, si bien necesito tenerte sobre mi piel. Tu ferocidad, tu necedad y a la vez tu fidelidad me enloquece. Necesito tus labios, tus manos sobre mis caderas y yo sobre las tuyas. Quiero que tu aliento recorra mi piel y diluirme tu aroma.
Soy un elocuente y un inconsecuente a la vez… no razono cuando me enamoro y menos cuando es de un hombre que parece inalcanzable y a la vez tan cercano… no entiendo que sucede, estoy en medio del valle y no sé cómo moverme. Quizás debería hacerme un lobo, un lobo estepario, y caminar hacia el bosque donde perderme en un aullido de dolor.
Sin embargo pienso que tan sólo queda que transcurra el tiempo y convertirnos en viejos amigos, que la nieve desaparezca ante nosotros y mirarnos eternamente sin nada más… mientras yo en sueños te tendré, te acariciaré y serás mío. En mis versos siempre presente, igual que en mi mente, y ante todos un hipócrita que ríe sin cesar, el bufón del reino.
¿Por qué no soñar? ¿Por qué no ser un quijote? ¿Por qué no reír?
Mis sueños son contigo
Sueño que te poseo, que puedo palpar tu rostro y saborear tus labios… algo imposible.
Y río, río pensando en ti mientras intento ser alguien especial para ti… ¿un buen amigo?
Este hombre de mirada melancólica que sonríe con gestos complejos, este ser que se presenta con ambigüedad absoluta y que esta lleno de terquedad, ama tan sólo una cosa y se llama libertad. Quiero ser libre y a la vez soy preso, porque necesito los sentimientos y ellos son mis cadenas. Actualmente estoy sometido a una fuerte atadura que corroe mis venas legendarias. Amar duele y a veces es la muerte de las almas. Mis alas están desquebrajadas y han dejado en mi espalda yagas incurables, mi pecho esta torturado por latigazos y mis piernas se tambalean. Quiero morir, creo en esta consigna de dar todo por un latido nuevo. Sé que voy a perder sin embargo quiero orar por la victoria, quiero creer que puede ser posible.
Mi espada esta frente a un nuevo lobo, la jauría ya ha caído y la nieve sigue desparramándose sobre el valle. Mi aliento esta sucumbiéndose y no habrá nueva primavera. Hace años que no lucho así, como ahora, que no tomo las armas y me muestro ante todos como un animal rabioso. Mi mente esta alejada del razonamiento y sigo jadeando, sigue mi corazón bombeando sangre caliente a mis venas. Soy un dios, un dios humano que terminará cayendo y a la vez un vampiro milenario. Renaceré siempre de mis cenizas, volveré siempre que una premisa sea considerada válida ante mis ideales. Vendré en mil cuerpos distintos, con dialectos contrapuestos y mirada de hiena insomne. El ángel de la piedad, el hijo de la reina de los cielos, Lestat el artista de la mentira. Soy genio y figura de un elocuente mago de la palabra, sin embargo ante ti balbuceo. Tú mi último lobo, tú mi amor imposible, y aunque parezca imposible deseo que me derrotes. No quiero matar lo que siento, quiero desaparecer antes de tenerte que destrozar. Desearía alejarme de ti, dejarte vivir, si bien necesito tenerte sobre mi piel. Tu ferocidad, tu necedad y a la vez tu fidelidad me enloquece. Necesito tus labios, tus manos sobre mis caderas y yo sobre las tuyas. Quiero que tu aliento recorra mi piel y diluirme tu aroma.
Soy un elocuente y un inconsecuente a la vez… no razono cuando me enamoro y menos cuando es de un hombre que parece inalcanzable y a la vez tan cercano… no entiendo que sucede, estoy en medio del valle y no sé cómo moverme. Quizás debería hacerme un lobo, un lobo estepario, y caminar hacia el bosque donde perderme en un aullido de dolor.
Sin embargo pienso que tan sólo queda que transcurra el tiempo y convertirnos en viejos amigos, que la nieve desaparezca ante nosotros y mirarnos eternamente sin nada más… mientras yo en sueños te tendré, te acariciaré y serás mío. En mis versos siempre presente, igual que en mi mente, y ante todos un hipócrita que ríe sin cesar, el bufón del reino.
¿Por qué no soñar? ¿Por qué no ser un quijote? ¿Por qué no reír?
Mis sueños son contigo
Sueño que te poseo, que puedo palpar tu rostro y saborear tus labios… algo imposible.
Y río, río pensando en ti mientras intento ser alguien especial para ti… ¿un buen amigo?
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