Fotografía...
Parado en medio de una habitación cualquiera, con los ojos clavados en un punto fijo sin determinar y las manos en los bolsillos, lo vi. Parecía distinto a todo, fuera de lugar, y eso me encantaba. Pocas personas atraen los deseos de otras, la imaginación y el ansia de plasmarlos en unas líneas.
Él se llamaba Arcángel, un nombre adecuado para un ser de tanta belleza. Sus labios eran finos, de acuerdo a los rasgos de su rostro, junto con una mirada que te aturdía. Durante más de una hora lo contemplé, lo dibujé en mi mente infinitas veces y él no se percataba de mi espionaje.
Creo que entonces fue cuando me di cuenta que me había enamorado de su aura, de la forma de presentarse por encanto en un mundo desacorde a lo que era. Bebí un trago de la soda con hielo que me había pedido, tragé lentamente la bebida y me cuestioné quién demonios sería. En ese momento un impulso magnético hizo que me levantara de mi asiento y caminara hacia él, era una locura sin embargo tenía que hacerlo.
-Buenas tardes.-Me miró con indiferencia, le había hecho apartarse de sus preocupaciones.
-Buenas, ¿desea algo?-Interrogó.
-Le llevo mirando una hora y parece atractivo, espero que no le importe mis palabras. Soy fotógrafo.-Dije.
-Yo prostituto y espero a mis clientes, ¿no quieres nada más? pues largo.-Masculló.
-Le pago lo que sea porque venga a mi estudio y se deje tomar fotos.-Me chocó lo que dijo, pero vi mi oportunidad.
-Me llamo Arcángel, soy todo suyo por mil euros. Le doy un día entero para que este a mi lado, tome fotos y si lo desea algo más...también.-Susurró buscando un cigarro, se lo posó en sus labios y lo encendió.
Desde entonces le pago por que pose para mí y para poder besarlo...aún no me he atrevido a nada más. Su belleza me nubla el pensamiento y soy incapaz de pedir que lo haga. Sé que soy un idiota, llevo en esta situación tres semanas y no...no puedo. Quisiera devorar su piel y no hago nada...
soy un idiota.
Él se llamaba Arcángel, un nombre adecuado para un ser de tanta belleza. Sus labios eran finos, de acuerdo a los rasgos de su rostro, junto con una mirada que te aturdía. Durante más de una hora lo contemplé, lo dibujé en mi mente infinitas veces y él no se percataba de mi espionaje.
Creo que entonces fue cuando me di cuenta que me había enamorado de su aura, de la forma de presentarse por encanto en un mundo desacorde a lo que era. Bebí un trago de la soda con hielo que me había pedido, tragé lentamente la bebida y me cuestioné quién demonios sería. En ese momento un impulso magnético hizo que me levantara de mi asiento y caminara hacia él, era una locura sin embargo tenía que hacerlo.
-Buenas tardes.-Me miró con indiferencia, le había hecho apartarse de sus preocupaciones.
-Buenas, ¿desea algo?-Interrogó.
-Le llevo mirando una hora y parece atractivo, espero que no le importe mis palabras. Soy fotógrafo.-Dije.
-Yo prostituto y espero a mis clientes, ¿no quieres nada más? pues largo.-Masculló.
-Le pago lo que sea porque venga a mi estudio y se deje tomar fotos.-Me chocó lo que dijo, pero vi mi oportunidad.
-Me llamo Arcángel, soy todo suyo por mil euros. Le doy un día entero para que este a mi lado, tome fotos y si lo desea algo más...también.-Susurró buscando un cigarro, se lo posó en sus labios y lo encendió.
Desde entonces le pago por que pose para mí y para poder besarlo...aún no me he atrevido a nada más. Su belleza me nubla el pensamiento y soy incapaz de pedir que lo haga. Sé que soy un idiota, llevo en esta situación tres semanas y no...no puedo. Quisiera devorar su piel y no hago nada...
soy un idiota.
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