miércoles, 23 de mayo de 2007

Diario


Últimamente escucho demasiado a los demás y poco a mis sentimientos. Me encuentro nadando en un mundo extraño que no me pertenece. Desearía distinto a lo que realmente soy, a lo que creen que soy. Amaría perderme en mi mismo, ahogarme en mis profundos secretos y espiar a mis viejos fantasmas. Soy un espectro que nadie reconoce, porque nadie se ha parado a pensar que soy. Me siento en silencio, la mirada perdida y vidriosa, mis manos apoyadas sobre mis rodillas y la espalda en la pared, la oscuridad llenando el vacío del caos y mis cabellos sobre mis ojos... pero en realidad no hay silencio, un caos domina mi cráneo mientras me encuentro abrasado por las llamas fulminantes de un infierno.

Dicen que los jóvenes de hoy en día no tenemos ningún problema, que nos quejamos demasiado y que en otros tiempos estaríamos trabajando desde mucho antes. Tiene cierto grado de razonamiento, pero no todos vivimos del cuento. Yo soy novelista, me paso horas escribiendo y meditando, a la vez que estudio e intento ayudar a mi abuela. Soy distinto a todo lo que pueden creer que soy, algunos me ven como un moralista de la filosofía y otros como un romántico alocado. La realidad supera a la ficción, ni yo realmente sé como soy. Mi personalidad no es fácil, es bastante complicada y a veces imposible de entender.

Se me hace ridículo pensar en la historia, el pasado y presente si no echarme a reír. Veamos dicen que en tiempos de Franco la sociedad no tenía tantos problemas, en parte es cierto porque se fusilaba y ya teníamos solución efectiva. Otros hablan tan sólo del futuro, como viviremos dentro de veinte años o como caminaremos en ciento cincuenta... lo veo absurdo pensar que pasará cuando en el mundo hay cosas que destrozan almas y vidas. Cuando quiero pensar en lo que es la realidad, la vida al completo juntando las historias personales que todos formamos, veo que es más interesante que un descubrimiento de gran alcance científico o que una fecha concreta en un siglo perdido. Si queremos cambiar la historia debemos tener en cuenta el pasado para no errar, pero no como referente para aplicar a una realidad con un marco distinto.

Antes a los homosexuales se nos apedreaban, fusilaban, maltrataban y vejaban... ¿y ahora no? Parece mentira que no veamos las noticias, que no sepamos que en continentes o países diversos aún se toman la justicia por su mano y destrozan a los hombres que aman a su igual. Me parece vergonzoso obviar esto, es igual que la esclavitud... ¿a caso la trata de blancas no lo es? Dicen que hemos evolucionado, yo creo que más bien vamos para atrás. Las ciudades como Atenas o Roma tenían asumida la homosexualidad como algo cotidiano junto con el arte o la democracia. En Al-Andalus se atrevían a beber vino y tenían una higiene superior a lo que actualmente tenemos en el mundo, yo diría que eran grandes conocedores del arte de la salud y de la escritura. Todo lo que una vez nos hizo grandes ahora nos hacen pequeños.

Desearía gritar y escupir lo que pienso, ser como soy ante todos pero sé que ante muchos soy un extraño monstruo del ciberespacio que viene a atacarlo con su enfermedad congénita. Sí, soy de ese mundo donde todos creen que existen la pluma y deseamos ser como las mujeres. Seguramente si todos supieran la verdad mucho empezarían con sus bromas y dudas, los pocos amigos que tengo lo saben pero el resto, conocidos, se unirían con las especulaciones de vecinos y extraños. Me pregunto porque cuando le cuento a un heterosexual que mi sexualidad es distinta a la suya comienza con la broma de... de mi no te enamores... contigo no me abrazo no vayas a pensar mal... no, no soy homófono pero... Me harta la hipocresía de la tolerancia "no si yo te tolero, pero... este puesto de empleo requiere de responsabilidad y..." ya claro.. te tolero pero no te doy empleo porque eres de la otra acera, frase típica que se suele dar a los gays u homosexuales.

Seguramente si un chico o chica homosexual esta leyendo mis palabras está asintiendo constantemente lo que digo. Aparte los gays no tenemos que ser sensibles, ser tipos que vistamos con colores chillones o vestir como el típico empollón con gafas y sonrisa extraña. Las lesbianas no son chicas poco afeminadas que desean parecer hombres... Esto es un desastre, es decir, es un desastre lo que los heterosexuales tienen en concepto de nosotros como también decirnos promiscuos.

Me cuestiono ahora que diría un heterosexual al leer eso. Sí, eso que dicen ser normales porque son muy machos o muy hembras. Aquellos que hacen los chistes más dañinos y las bromas más absurdas a los de nuestro colectivo. Asco, me entra asco y repulsión al pensar que se sentiría siendo un retrógrado. Cierto es que no todos son así, afortunadamente, pero hay aún cromañones en este país de arcaicos que aún lo venden como "toros, sol, flamenco y vino".


Sigo en mi rincón con la luz tenue de la ventana, escribiendo en un folio arrugado y pensando en que puedo hacer para cambiar el mundo... sólo se me ocurre dar más educación es las escuelas y tratar el tema como algo normal... pero como hacerlo con asociaciones como la iglesia o los legionarios de cristo. Los partidos políticos tampoco ayudan, los de derechas digo, es como si desearan volver a la dictadura. ¡Cuernos! Ya me cansé, me voy a dar una ducha y quizás conversar con mi pareja...

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