La diversidad hace que el mundo siga girando.
Últimamente me cuestiono si el resto de la sociedad conoce lo que es el respeto, la verdad, el honor o simplemente aceptar la diferencia emergente en cada paso. Todos somos distintos y a la vez iguales, tenemos sentimientos mezclados que nos hacen errar y caer, poseemos la racionalidad pero nos dejamos guiar por los impulsos además de por lo que el resto crea correcto. Somos iguales en nuestras equivocaciones y a veces juzgamos demasiados al contrario. Creo que sería correcto aceptar que no todos somos heterosexuales, que tenemos distintos gustos en el arte, que hay creencias más allá de la ciencia o la religión y que podemos llegar a límites insospechados sin tener que estar sanos.
Últimamente me han rechazado por escuchar música muy distinta a la habitual en mis cascos. La música ronda en mi vida desde que vine a este lugar, creo que la primera canción que escuché fue “duérmete niño”. Todos empezamos en la música por el mismo género: las canciones de cuna. Evolucionamos con canciones infantiles, con las que escuchan nuestros padres y las circunstancias de la vida nos hacen aferrarnos a una cultura musical, que a veces choca con una temática que jamás has escuchado pero te emociona. Me pregunto si es tan importante moverte por lugares que vayan a tu son, a tu forma de ser idéntico a ti sin desear saber que piensan el resto. Piensas en colonizar el mundo con tu cultura de canciones radicalmente opuestas a otros géneros, crees que ellos se equivocan y juzgas su forma de vida. Por supuesto el resto hace lo mismo pero aún quedamos personas como yo. Me encanta la cultura negra, su temática de melancolía.
Pensad un momento en un mundo donde todos escuchemos lo mismo, todos vistamos igual y todos leamos los mismos libros. Seremos unos muertos vivientes que piensen, anden, vivan, coman, sueñen y deseen por igual. Las mismas películas, los mismos trajes, los mismos gustos en todo. Terminaríamos convertidos en robot informáticos manejados como a peleles. Imaginad a todos con los mismos rasgos, misma religión aunque no quitaría las disputas por la interpretación y por supuestos todos caminando como si fuéramos una legión sin alma. ¿Hermoso? Creéis que es el paraíso o quizás el infierno. Hubo un hombre que creyó en ello y se llamaba Adolf Hitler.
Yo prefiero esta sociedad que se deja involucrar aún por los sentimientos, sean los que sean, que combatamos por la igualdad. Somos distintos, pensamos diferente y juntos podríamos hacer un lugar ideal para la vida. Me encanta salir a la calle y ver chicos vestidos con diferentes atuendos. Deseo sin duda alguna contemplar las distintas culturas entrelazadas entre el acero y hormigón de esta marchita ciudad. Porque somos distintos tenemos gustos diversos. Por ello no me mires mal por escuchar música clásica, negra, bandas góticas, j-rock, j-pop o sea lo que sea que machaquen mis tímpanos en cada paso por la ciudad. Soy el extraño de ropas anchas y oscuras, aquel de mirada perdida en un punto difuso en el horizonte, un joven de mirada triste enmarcado por una sonrisa amarga. Me gusta ser el raro, el estúpido, el novelista frustrado y el rancio que suele herirte con sus comentarios.
QUE IMPORTA LAS MODAS, QUE IMPORTA TUS CREENCIAS, QUE IMPORTA TUS CRITICAS HACIA MIS GUSTOS O HACIA LO QUE AMO… LO QUE IMPORTA ES QUE YO NO INTENTO QUE TÚ SEAS COMO YO.
Últimamente me cuestiono si el resto de la sociedad conoce lo que es el respeto, la verdad, el honor o simplemente aceptar la diferencia emergente en cada paso. Todos somos distintos y a la vez iguales, tenemos sentimientos mezclados que nos hacen errar y caer, poseemos la racionalidad pero nos dejamos guiar por los impulsos además de por lo que el resto crea correcto. Somos iguales en nuestras equivocaciones y a veces juzgamos demasiados al contrario. Creo que sería correcto aceptar que no todos somos heterosexuales, que tenemos distintos gustos en el arte, que hay creencias más allá de la ciencia o la religión y que podemos llegar a límites insospechados sin tener que estar sanos.
Últimamente me han rechazado por escuchar música muy distinta a la habitual en mis cascos. La música ronda en mi vida desde que vine a este lugar, creo que la primera canción que escuché fue “duérmete niño”. Todos empezamos en la música por el mismo género: las canciones de cuna. Evolucionamos con canciones infantiles, con las que escuchan nuestros padres y las circunstancias de la vida nos hacen aferrarnos a una cultura musical, que a veces choca con una temática que jamás has escuchado pero te emociona. Me pregunto si es tan importante moverte por lugares que vayan a tu son, a tu forma de ser idéntico a ti sin desear saber que piensan el resto. Piensas en colonizar el mundo con tu cultura de canciones radicalmente opuestas a otros géneros, crees que ellos se equivocan y juzgas su forma de vida. Por supuesto el resto hace lo mismo pero aún quedamos personas como yo. Me encanta la cultura negra, su temática de melancolía.
Pensad un momento en un mundo donde todos escuchemos lo mismo, todos vistamos igual y todos leamos los mismos libros. Seremos unos muertos vivientes que piensen, anden, vivan, coman, sueñen y deseen por igual. Las mismas películas, los mismos trajes, los mismos gustos en todo. Terminaríamos convertidos en robot informáticos manejados como a peleles. Imaginad a todos con los mismos rasgos, misma religión aunque no quitaría las disputas por la interpretación y por supuestos todos caminando como si fuéramos una legión sin alma. ¿Hermoso? Creéis que es el paraíso o quizás el infierno. Hubo un hombre que creyó en ello y se llamaba Adolf Hitler.
Yo prefiero esta sociedad que se deja involucrar aún por los sentimientos, sean los que sean, que combatamos por la igualdad. Somos distintos, pensamos diferente y juntos podríamos hacer un lugar ideal para la vida. Me encanta salir a la calle y ver chicos vestidos con diferentes atuendos. Deseo sin duda alguna contemplar las distintas culturas entrelazadas entre el acero y hormigón de esta marchita ciudad. Porque somos distintos tenemos gustos diversos. Por ello no me mires mal por escuchar música clásica, negra, bandas góticas, j-rock, j-pop o sea lo que sea que machaquen mis tímpanos en cada paso por la ciudad. Soy el extraño de ropas anchas y oscuras, aquel de mirada perdida en un punto difuso en el horizonte, un joven de mirada triste enmarcado por una sonrisa amarga. Me gusta ser el raro, el estúpido, el novelista frustrado y el rancio que suele herirte con sus comentarios.
QUE IMPORTA LAS MODAS, QUE IMPORTA TUS CREENCIAS, QUE IMPORTA TUS CRITICAS HACIA MIS GUSTOS O HACIA LO QUE AMO… LO QUE IMPORTA ES QUE YO NO INTENTO QUE TÚ SEAS COMO YO.
SOY DIFERENTE Y ESO ME HACE ESPECIAL, ME HACE MEJOR QUE TÚ QUE TIENES EL CEREBRO AÚN CON EL PRECINTO PUESTOSO, Y EXTRAÑO.
POR ELLO NO TENGO DEMASIADOS AMIGOS, SOY SARCASTICO Y ME GUSTA DECIR LA VERDAD AUNQUE DUELA.
... COMPRATE UNA VIDA Y VIVELA... DEJA QUE LOS DEMÁS HAGAMOS NO QUE NOS PLAZCA
No hay comentarios:
Publicar un comentario