Diario

[Clavado en la cruz, del desengaño y la frustración, me hallo. Contemplo el mundo apocalíptico bajo mis pies, mi mirada queda hierática con toques eléctricos, he fallecido ante la avaricia y destrucción del hombre. Soy Jesucristo, aquel al que oras y en realidad detestas por su humildad. La iglesia ha vendido mi símbolo durante milenios, ha humillado los evangelios, han levantado iglesias bajo falso testimonio y han hecho añicos lo que una vez idolatré. Me he convertido en un hombre ateo, mi alma yace fría en el sepulcro y no quiere avivarse pues no hay nada por lo que luchar.]

Párrafo primero del nuevo génesis, versículo primero, Apocalipsis de Amor. Jesús dijo.

[Nada quedó en la tierra, tan solo yermos páramos donde los esqueletos emergían contorsionados. La verdad quedó aniquilada como la humanidad, la mentira acabó con todo. Una guerra virulenta entre todos los países agotó la esperanza de vida. África se alzó enferma y cayó fulminada por una bomba atómica; Estados Unidos se auto-masacró; Europa disparó contra sus propios hermanos; Oceanía quedó envenenada y estalló un conflicto con Asia. Los jinetes cabalgan ahora por los pasos secos y la carne podrida al sol.]

Párrafo quinto del nuevo génesis, versículo segundo, Apocalipsis de Amor. Esto sucedió.

[Ni una voz, ni el sonido del viento, todo acabó y quedó un profundo vacío. Las banderas aún ondean a media asta, los columpios se mecen como movidos por una mano fantasma, los coches abandonados en las aceras y la televisión emitiendo rayas grises en una habitación sucia de motel barato. El fin de los días en la tierra cesó, como el dominio del hombre y su poderío fantasmagórico. Al menos los llantos de los necesitados jamás serán derramados, nuevamente.]

Párrafo sexto del nuevo génesis, versículo segundo, Apocalipsis de Amor. Sangre de inocentes.

[Todas las religiones prometían un edén, un mundo hermoso donde descansar durante la eternidad. Los espectros rondan cada calle, gimen y maldicen su ceguera. La muerte se pasea con su guadaña ensangrentada mientras tararea como asestó su veredicto a un recién nacido. No supieron escuchar sus voces, no fueron capaces de colaborar y sentir lo que su hermano padecía. El egoísmo les condenó a una eternidad vagando al son del miedo. Una muñeca carbonizada aún tiene sus lindos ojos violetas clavados en la dirección de su dueña, el cadáver descompuesto de una criatura se encuentra a pocos metros. Nadie se preguntó que sucedería cuando el hambre asolara la tierra, cuando las guerras aparecieran en post de un alimento y cuando el mundo al fin llegara a su último aliento. Todos vieron esto como un mundo complejo y constante, pero era sencillo y frágil.]

Párrafo primero del nuevo génesis, versículo tercero, Apocalipsis de Amor. Mentiras y Sentencia.


Un ángel de alas metálicas cayó a la estepa, sonrió levemente con el rostro bañado en lágrimas, y comenzó su periplo encontrando a su paso muerte. Todo estaba desolado, los edificios eran un lugar de amasijos, las abadías un montón de piedras, las esfinges de Egipto polvo al polvo y todas las maravillas junto a los humanos convertidos en nada. Clavó una lápida en medio del desierto donde rezaba que fue mano del hombre, no de dios. Era el único humano que había quedado vivo, el único de su estirpe, aquel que fue paria y burla de todos. Corrió sollozando durante días, alzó el vuelo y recorrió el planeta buscando algo que parecía haber perdido. Entonces halló un pequeño libro con una dedicatoria de letra nerviosa, compulsiva, que decía “Para mi ángel en la tierra, yo tu Apóstol y amante” agarrados por los dedos yertos de un hombre joven que se descomponía. Su amante había muerto aferrado a un libro que le compuso a modo herejía, una burla a los dioses y al propio ser humano, junto a él una pequeña manita emergía del lodo…y más allá una muñeca de ojos violetas.

Yacieron los justos, los nobles, los miserables, los nefastos, los mentirosos, los sabios, los necios, los pobres, los ricos, los ególatras, los humanistas, los científicos, los hijos de dios y los vástagos creados en la religión del ateismo. Murieron todos, se perdió todo.



Dales la libertad y ellos pedirán barrotes



Dales poder y ellos se destruirán.



En el nombre del hambre, de las enfermedades y del odio.


Amen.