Diario

imagen...Yo...

Últimamente estoy llenando este lugar de textos, cosa que no era así en un principio sino desahogarme como si fuera un diario. Hoy quiero hablar de las amenazas de muerte por Internet. He llegado a reírme a mandíbula abierta mientras leía sus correos electrónicos diciendo que si yo era un monstruo, si no tenía vergüenza o hablando de mi higiene cuando dudo que puedan oler mi desodorante AXE. Lamento que sus vidas sean tan patéticas que recurran a chiquilladas que no harían ni niñitos de cinco años; lo que me recuerda a los parvularios y las luchas por las ceras de colores. No suelo ser tan irónico pero creer que yo me autoproclamo Príncipe Malcriado o Rey de los Imposibles me demuestra lo cultos que soy, lo mucho que leen las crónicas y que Anne Rice le suena más a marca de arroz brillante que a escritora. Lo lamento, no soy un monstruo, soy bastante bello, al menos por dentro mientras ustedes están podridos.

Modificar conversaciones de mensajería instantánea para decir que mi novio no me ama, que les amenazo de muerte o simplemente que me invento a mis amigos es francamente increíble. He podido experimentar el límite de mi paciencia y el límite de la estupidez humana, ambos en un mismo instante. No les culpo que sean así, el aburrimiento en verano suele dañarnos a todos pero hagan sudokus o los pasatiempos de toda la vida. Tengan dignidad, un poco de ella, y dejen de insultar intentando hacer sentir mal a alguien que lo ha vivido durante demasiado tiempo; es decir, todo lo que me dicen me resbala pero me causa gracia y consternación a la vez, no creía que el ser humano fuera tan patéticamente ofensivo y creyeran que decirme que no tengo pene me dolería…

Quizás no nací hombre, quizás aún estoy en proceso, quizás no pueda ser hombre en el DNI hasta dentro de unos años… ¿pero se han preguntado si soy o no hombre, es decir, si tengo la hombría suficiente y la madurez sobrada para pasar de ustedes? Me duele ser un poco maricona mala, sin embargo ustedes lo buscaron. Yo soy más hombre que todos ustedes porque no me dedico a insultarlos, a degradarlos, a usarlos como despojo social y tan sólo les doy consejos con una crítica constructiva. Lo que me pasma o asombra es que luego vengan tan contentos y me digan “Ahora después de todo esto, pelillos a la mar y best friend forever”. ¿Me han visto la cara de idiota? ¿Piensan que les voy a perdonar que dijeran que mi novio era un monstruo? ¿Qué voy a tolerar tal falta de integridad? Me pregunto si vuestros padres saben en que líos os metéis, sois gente madura de mi edad (incluso de más de veintiún años, llegando a casi la treintena)

Miren si la cosa es que no soportáis que las personas sean felices, lo siento, mejor que se sienten en un oscuro rincón y hagan planes sobre dominar el mundo; veo todo esto más efectivo que patalear en una página, la cual esta cansada de ustedes, porque os gusta criticar y juzgar… ¡qué mal hizo Salsa Rosa en este país!

Una duda…

¿Quiénes sois vosotros para juzgar a una persona? ¡Para criticar su vida! ¡Para insultar a su pareja! ¡Para hacer lo que están haciendo! ¿No os dais cuenta que medio mundo puede leer lo que decís? Seguramente piensan que estáis enfermos de envidia, que no sabéis admitir cuando alguien no cae y se queda de pie…sobretodo, que no podéis soportar que tenga pareja, no sea antisocial como decís y tenga amigos. Por cierto, mis amigos existen y están pensando todos en poner demanda conjunta contra vuestras indirectas, insultos, bazofia escrita contra mí y vuestras tristes cartitas de “te vamos a matar”.

Vendid, estoy sentado en mi apartamento tecleando estas palabras…la ventana esta abierta y la noche cubre todo…Venid y dejad de hacer como el Cuervo gritando “Te voy a matar”…si vais a hacerlo, hacedlo cuanto antes y ocultar las pruebas…pero a mí dejadme vivir en paz mis supuestos últimos momentos de vida, hasta que vengáis armados con el ratón y el MODEM para destruirme.

Una persona fuerte por mucho que se la insulte jamás va a sentirse mal, jamás va a tener preocupaciones y mucho menos va a haceros caso. Esto que os hago es un halago, un consejo y una autoayuda. Nadie me dice como debo de hablar, como debo escribir, que debo tratar en mis obras, como amar o idolatrar a mi bello amante…

Desde un ático en el universo…

Monsieur de Lioncourt…

Principe de las sombras…

Hijo de las Tinieblas…

Amante encarcelado a los labios de Marius…

Se despide…con…UN HASTA NUNCA, MARUDAD Y DEJAD DE DISCRIMINAR.