“Deja que te haga lo que jamás te han hecho”
Los susurros se acumulan en mi lengua
Tus brazos me rodean entorno al cuello
Siento tu boca junto a la mía formando un sello
Mientras deseo que no me des tregua
Eres tú quien me hizo resurgir, quien tocó mi pecho para conquistarlo. Me has hecho el protector de tu templo, como si fueras un Dios en medio de un frágil templo. Soy tu siervo y rezo cada día por seguir a tu lado, porque escuches mi llamada. Los cánticos decoran los fríos muros, tan desnudos, mientras tu presencia devora toda mi atención.
Méceme entre tus brazos, méceme
Haz que sienta la locura hirviendo en mis venas
Alejándome de injurias, tristezas y condenas
Conóceme como un animal salvaje, conóceme
Prométeme que seré tu discípulo, que acariciaré tu torso durante milenios y seré condenado al infierno de tus deseos. Quiero aprender de ti la filosofía de tu mirada, la soberbia de tu porte, la inteligencia de tus palabras y el poder de tus pasos…junto a la lujuria desenfrenada de tus caderas. Devuélveme a tu época donde los filósofos enseñaban todo a sus pupilos, incluso el placer. Allí seríamos amantes ante el populacho, deseados y envidiados como dioses; mientras tu lengua repta por mi cuerpo como serpiente de cascabel.
Cásate conmigo, casémonos junto a los proscritos
Sabes que soy alocado, que no pienso lo que digo
Pero hoy estoy seguro de mi mismo, convencido
Y por ello mudémonos a mi mundo de escritos
Quiero ser personaje de ficción y hacer con todo esto una novela. Necesito un libro donde enjaularme contigo y no darle fin jamás. Hemos escapado de otra época, no somos como el resto de los humanos y estoy convencido de que realmente pertenecemos a la tinta.
¡Demonios! ¡Eres tan hermoso! ¡Tan perfecto! ¡Tienes tanto carisma! ¡Tanto genio! ¡Tanto poder en tus palabras! ¡Tu voz es tan sublime, tan grave! ¡Eres mío! ¡Maldita sea! Eres mío y no te puedo abrazar en cada noche de esta eterna primavera…porque sí, el amor que tenemos florece cada día, no se marchita, y por ello siempre es primavera.
Mi amor…mi querido amante…
Juega conmigo...
Juega con los hilos que nos atrapan…
Los hilos de vida…para estar fundidos en lo eterno…en el vacío y en lo lleno de desesperado deseo.
Los susurros se acumulan en mi lengua
Tus brazos me rodean entorno al cuello
Siento tu boca junto a la mía formando un sello
Mientras deseo que no me des tregua
Eres tú quien me hizo resurgir, quien tocó mi pecho para conquistarlo. Me has hecho el protector de tu templo, como si fueras un Dios en medio de un frágil templo. Soy tu siervo y rezo cada día por seguir a tu lado, porque escuches mi llamada. Los cánticos decoran los fríos muros, tan desnudos, mientras tu presencia devora toda mi atención.
Méceme entre tus brazos, méceme
Haz que sienta la locura hirviendo en mis venas
Alejándome de injurias, tristezas y condenas
Conóceme como un animal salvaje, conóceme
Prométeme que seré tu discípulo, que acariciaré tu torso durante milenios y seré condenado al infierno de tus deseos. Quiero aprender de ti la filosofía de tu mirada, la soberbia de tu porte, la inteligencia de tus palabras y el poder de tus pasos…junto a la lujuria desenfrenada de tus caderas. Devuélveme a tu época donde los filósofos enseñaban todo a sus pupilos, incluso el placer. Allí seríamos amantes ante el populacho, deseados y envidiados como dioses; mientras tu lengua repta por mi cuerpo como serpiente de cascabel.
Cásate conmigo, casémonos junto a los proscritos
Sabes que soy alocado, que no pienso lo que digo
Pero hoy estoy seguro de mi mismo, convencido
Y por ello mudémonos a mi mundo de escritos
Quiero ser personaje de ficción y hacer con todo esto una novela. Necesito un libro donde enjaularme contigo y no darle fin jamás. Hemos escapado de otra época, no somos como el resto de los humanos y estoy convencido de que realmente pertenecemos a la tinta.
¡Demonios! ¡Eres tan hermoso! ¡Tan perfecto! ¡Tienes tanto carisma! ¡Tanto genio! ¡Tanto poder en tus palabras! ¡Tu voz es tan sublime, tan grave! ¡Eres mío! ¡Maldita sea! Eres mío y no te puedo abrazar en cada noche de esta eterna primavera…porque sí, el amor que tenemos florece cada día, no se marchita, y por ello siempre es primavera.
Mi amor…mi querido amante…
Juega conmigo...
Juega con los hilos que nos atrapan…
Los hilos de vida…para estar fundidos en lo eterno…en el vacío y en lo lleno de desesperado deseo.
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