jueves, 20 de septiembre de 2007

Diario







{Toma mi cuerpo; besa mis labios; acaríciame con la piel y abrázame fuertemente}

Quiero sentir tu mirada recorriendo mi figura y el deseo fluir por cada poro de tu cuerpo. Desnudos llenos de desenfreno atándonos a un eterno más liviano. Deseo que me poseas, que me destruyas en cada segundo y a la vez me des vida. Lamer tu cuello hasta tu torso y llegar a tu vientre me desquicia, al igual que el ritmo que pueden tomar mis caderas yendo y viniendo entre tus piernas.

¿Por qué llaman pecado a este inmenso placer? ¿Por qué censuran mi cuerpo atado al tuyo? ¿Qué hay de prohibido en nuestros movimientos? ¿A caso no es un rito antiguo? Es cruel clamar que deberíamos odiarnos, destructivo alejarnos uno del otro e imposible cumplir el deseo del resto. Yo nací hombre y tu también, no hay nada de malo por acariciar el envoltorio de nuestras almas. Quiero hacer el sexo hasta caer rendido, sin aliento, agotado y lleno de felicidad demostrable en mi rostro.

No hay delito, mi buen amante…no lo hay y mucho menos esta prohibido, sino al alcance de nuestros dedos. Por ello ven conmigo al lecho, deja que te recueste en mi colchón y te meza entre mis brazos. Son sólo segundos, minutos furtivos, en medio de la nada donde todo eres tú. Adoro tu picardía, la forma de cautivarme con un solo guiño y tus jadeos colapsando tu garganta. Iré lo más rápido posible, me anclaré a tu cuerpo y seré fuerte. El veneno esta inyectado en mi sangre, me corroe y quiero más. Dame un beso apasionado, devora mis labios mientras ejerzo de demonio sobre tu figura.

Mío, eres mío

Te he poseído dulcemente con mis caricias y me he sumergido entre tus nalgas…por puro capricho.

Pronto alcanzaremos la cima porque ya estoy desenfrenado, noto que un maravilloso calambre recorre mi espalda hasta llegar a mi entrepierna…mi miembro se endurece aún más, mis testículos ya no pueden retener mi esencia y mi garganta se desgarra…mis ojos se nublan, no veo nada por un segundo y caigo sobre ti. Tu calor se funde con el mío, todo huele a sexo y tú hueles a mí. Terminas dejando que una lluvia blanca manche tu ombligo, gotas de ti que caen sobre tu húmeda piel y que yo recorreré con mi boca más tarde. Tu rostro esta iluminado, tienes una sonrisa especial y yo soy el motivo. Me has regalado parte de ti por un pequeño espacio de tiempo. Eres mi esclavo, mi bello aprendiz…soy tu maestro que añora tu sabor cuando permaneces lejos de mí.

Por ello…tan sólo deseo susurrarte:

Deja que te sodomice, que te posea…que haga temblar tu cuerpo con el placer que brotará de mi entrepierna.”

No hay comentarios:

{Iwaki and Katou} <3 [Tócame]

LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD

Di NO a la Homofobia, la peor enfermedad