Jamás he dicho esto con tanta seguridad con tanto deseo, con tanta necesidad, y es que te quiero, que te amo, y que daría toda mi vida por ti. Porque mi vida no vale nada si no estas a mi lado, tú la haces interesante y posible, tú y nadie más. No tengas miedo de amar a este monstruo deforme, no lo temas, porque si temes puedo caer en medio de una vorágine de lágrimas que ensucien mi rostro. Ven a mí y haz que todo se vuelva posible, deseable y tangible. Ven a mí, ven por favor…te lo ruego. Toma mi mano y abrázame, corta mi aliento con el tuyo y secuéstrame a los infiernos donde habita mi alma… esa que te he regalado para que la maltrates si hace falta.
Quiero sentir que valgo para algo, que te hago feliz y que en mis brazos puedes conciliar el sueño. Quiero notar como tus cabellos rozan mis mejillas y secas con tus dedos las lágrimas que brotan de ellas. Quiero apreciar el brillo de tu mirada y percibir el aroma de tu cuerpo junto al mío. Quiero tantas cosas que no tengo, sin embargo sé que me amas y eso me mantiene firme en esta travesía.
Somos el lado oscuro de la belleza, la sensualidad y la perversión. Podemos tocar con los dedos la imaginación y poder notar su calidez. Sueña conmigo y allí estaré arrullándote con una melodía inventada, poemas que brotan de mis labios muertos y caricias envenenadas con la felicidad más pura. Ve con Morfeo y haz que su barco camine hasta buen puerto, allí estaré yo para inducirte a la fantasía y a la diabólica sensación de olvido de penas. Deja de llorar mi vida, ya lloro yo por los dos porque tú tan sólo debes sonreír…sonreír para mí. Así que baja los párpados y déjate llevar.
Soy extraño sin embargo no quiero hacerte daño con mis garras y mis colmillos, tan sólo quiero amarte y morir con una sonrisa en mi boca gracias a un gesto de tu mirada altiva. Un miserable que cree en el mundo de las hadas y que allí habita en una torre que él mismo creó, un lugar que llamó Babel compuesta por los innumerables folios de poeta esquizofrénico.
Quieres curar mis heridas… sin embargo no dejas que yo cure las tuyas
Ponte en mis manos y escribiré en tu cuerpo cuanto te amo…
Te curaré con besos, caricias, te quieros, miradas cómplices mientras soy sincero
No temas por mi fama de mujeriego, en realidad tan sólo buscaba la persona ideal que hiciera sentir a mi alma como un niño pequeño.
Somos ángeles, mi amor, ángeles y a la vez demonios encadenados en la lujuria de cada palabra. Por ello, deja que tus alas se expandan mientras me buscas con la mirada…porque yo, yo te amo como jamás he hecho…ahora lo sé, ahora comprendo los ataques de furia y los sollozos a mitad de la madrugada. Ahora lo sé, lo comprendo y por ello cada día te necesito más. No te apartes de mí, no duraría demasiado porque la melancolía consumiría mi cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario